Somos una empresa constructora de carácter familiar, profundamente arraigada en los valores que nos definen: tradición, prestigio, innovación y modernidad, conjugados con responsabilidad y visión de futuro. A lo largo de nuestra trayectoria en el ámbito de la construcción en Argentina, hemos sabido conservar la sabiduría tradicional que nos brinda solidez y reconocimiento, mientras adoptamos tecnologías y metodologías contemporáneas que garantizan eficiencia, diseño avanzado y calidad superior.
Cada edificación que emprendemos es tratada como una creación única, recibiendo la atención, el esmero y el compromiso que exige una obra de excelencia. Nos comprometemos con la confianza depositada en nosotros, cuidando cada detalle desde la planificación hasta la entrega final, para asegurar desarrollos que inspiran confianza, confort y durabilidad.
NUESTRA VISIÓN
Honramos nuestra identidad familiar construyendo un fuerte futuro y prometedor, guiados por la pasión y el compromiso inquebrantable de nuestros colaboradores. Nuestro propósito es entregar un valor significativo y continuado a nuestros consumidores y a todo el ecosistema que nos rodea. Creemos firmemente en la importancia de trabajar en sinergia con nuestros socios, proveedores y la comunidad, para fortalecer la confianza y el impacto positivo que podemos generar juntos.
Además, estamos comprometidos con una gestión sustentable que promueva el bienestar social. Cada decisión que tomamos está fundamentada en principios de responsabilidad y ética, con la intención de crear un legado digno de nuestra herencia familiar. La innovación continua es el motor que impulsa nuestro crecimiento; fomentamos un ambiente donde se valore la creatividad y se incentive el desarrollo de nuevas ideas, procesos y productos.
De este modo, no solo buscamos cumplir con las expectativas de nuestros consumidores, sino también superarlas, estableciendo estándares que realmente aporten al bienestar de la sociedad. En cada paso que damos, reafirmamos nuestro compromiso con un futuro donde la tradición y la modernidad conviven en armonía, puro reflejo de nuestra identidad familiar.
El nombre “Aurora del Mar” lleva consigo un homenaje profundo a nuestra madre y abuela, quien, con inmenso amor y dedicación, fue la guía que nos forjó como somos hoy.
Ese nombre no solo evoca belleza y fuerza, sino también la imagen de un amanecer amoroso que nos ilumina con su calidez constante. “Aurora”, en latín, significa “amanecer” o “alba”, simbolizando un nuevo inicio, esperanza y luz. En la mitología romana, Aurora es también la diosa del amanecer, quien día tras día anuncia la llegada del sol, trayendo renovación y promesa; un símbolo hermoso y poderoso de renacimiento.
Al añadir “del Mar”, se amplía ese simbolismo: lo marino puede representar inmensidad, calma, profundidad y el fluir de la vida. La combinación sugiere una fuerza serena y maternal, comparable a un faro que guía en la inmensidad del océano.
En conjunto, “Aurora del Mar” alude a una presencia luminosa y guiadora, como un alba que se extiende sobre el mar, símbolo de cuidado, protección, renovación y legado familiar.
